2007-06-10 10:25
La última vez que estuve en una agencia de viaje pasé casi dos horas para que me dieran un billete que ya había sacado alguien para mi. Por lo que no es de extrañar que ayer, cuando fui a sacarme la tarjeta de embarque en la web de Iberia para el vuelo de hoy, más de la mitad de los asientos MAD-BRU estaban ya asignados, sólo 3 horas después de que estuvieran disponibles.
Lo que implica que un gran porcentaje de los que viajan (al menos a Bruselas) tienen Internet. Además, la puntualidad implica que casi todos tienen conexión permanente, y que además saben usarlo. Las agencias de viajes cumplen dos cometidos: primero, la recomendación y segundo el hecho físico de hacer las reservas y recoger los billetes. Tanto el primero como el segundo se pueden hacer ahora cómodamente por Internet; es más, hay compañías, las low-cost, que ni siquiera se pueden reservar a través de agencia.
¿Qué será, entonces, de las agencias de viaje? Seguramente cubrirán un nicho de mercado en el que se use menos Internet: los viajes del Inserso, viajes organizados, cosas así. En cualquier caso, tal como están las cosas, será seguramente de los sectores que más duramente sufra (o ya ha sufrido) la generalización de Internet. Por cierto, que ya hablé de esto
varias veces, hace años. Pero es que ya resulta muy evidente.