2007-06-11 23:23
Que ya que estamos aquí, que digo yo que podíamos vernos
el Zugaldía en su versión formal y
el Esteban para tomarnos un lo que sea, u séase, un chile con carne en donde siempre. Ya puestos. Y eso es lo que hemos hecho, entre otras cosas. Hablando de masones, y de todos los secretos de Bruselas, que Esteban va descubriendo poco a poco (y que descubriremos el miércoles que viene, en el I P&B&B).
Hoy la ciudad estaba brumosa. Bruselas siempre lo está; en invierno por la niebla, y en verano o cerca por las partículas de sudor que bruselanos expelen en todas direcciones, con una cantidad sustancial hacia este servidor de ustedes; y es que estas tierras o no están preparadas para estos calores y no ponen aire acondicionado en los tranvías, o es que en la época que los construyeron, allá por cuando el Congo todavía era Belga, no lo había. Porque bajarse al metro y meterse en la sauna, todo es uno. Será por eso que la gente lee menos y escucha más música que en los otros metros en los que yo he estado, o será que, como el Metro (el periódico) está en ambos dos idiomas, cuando llega uno que habla uno de ellos ya se ha acabado y sólo queda del otro, lo que provoca gran frustración y ansias de independencia. O será porque no se ponen de acuerdo ni en los partidos que van a votar. No hay ni un partido belga de esto o de lo otro. Los partidos, o son flamencos, o valones, o no llevan denominación de origen. Así pasa luego que no se aclaran
a la hora de gobernar.
Sostodo. No dejen de probar la comida tailandesa cuando coman en Bruselas. O el chile con carne. Pero no el mismo día.