2007-08-04 10:48
Supongo que una reseña de este libro es tan inútil como una del Quijote. Se trata de un fenómeno social (que no literario), y los fenómenos no se pueden reseñar. Porque al final, no importa: lo he comprado, y lo he leido. Además, así empecé también la
reseña del Cáliz de Fuego
¿Porqué lo he hecho? Pues yo también me lo pregunto. Cada cual tendrá sus propias razones. Llevo la serie desde el principio; los primeros me hicieron gracia, eran frescos, tenían un punto divertido y gamberro, y me recordaban las historias de
Los Cinco que había leido ya hacía años. Eran lectura ligera, para echar el rato.
Supongo que el problema es que engancha. A partir de leer el principio, pasa como en las series: quieres saber qué ocurrirá. Esta séptima entrega (a la que le hemos dedicado
unos cuantos posts), para más morbo, cierra la serie.
Eso significa que tiene una función dentro de la serie: atar cabos, explicar lo inexplicado, y ser felices y comer perdices. Con lo cual, es muy difícil que el libro falle: la única forma posible en que
el libro podría fallar es si dejara algún cabo suelto, y los consultores Potterianos no dejarían que eso sucediera.
¿Pero hay sorpresa, brillantez, fuegos artificiales en ese cierre? En absoluto. JK Rowling usa todas las
muletas literarias que ya usaba en los otros libros, todos los subterfugios, se equivoca en el tono de casi todas las escenas (caray, las reuniones de la panda de Voldemort parecen las de
Dr. Evil con su pandilla de supermalos)
En resumen, que si te has leido los demás, no te queda otro remedio, colega. Si no te los has leido, no empieces, que luego ya no puede uno parar. Léete algo de
Neil Gaiman.