2007-10-16 12:15
Los paises se van pareciendo cada vez más a un equipo de fútbol. De ser una unidad cultural, religiosa, posiblemente lingüística, se están convirtiendo simplemente en una serie de símbolos con los que se puede estar en desacuerdo o no, pero que son solo símbolos, vacíos de todo contenido salvo el hecho de que simbolizan una idea que tiene una relación cada vez más tenue con la realidad.
Y como hablar de paises es complicado, hablemos de fútbol. ¿Cuál es la esencia del
Atlético de Madrid? ¿Tiene algún jugador en el primer equipo que venga de la cantera? Lo único que tiene es rojiblanco. Ya ni siquiera pierde y despide a los entrenadores, como era la costumbre. Ha perdido la esencia.
Pero vamos a hablar del pais, de todas formas. Qué refleja más la esencia del país sino su ejército; puede que las esencias más rancias, pero salvo la selección española, poca cosa hay más española que el ejército. Pero ¿lo es? Lo habitual es que cuando hay una baja del ejército español en misión internacional, sea una persona que procede de Iberoamérica. ¿Qué sentido tiene que un salvadoreño muerto en Afghanistán sea enterrado cubierto por la bandera de España? Que vale, que se lo merece y se lo ha currado, pero ¿ha muerto por
España? No, ha muerto por
el futuro: los anuncios del
Ministerio de Defensa que precedieron al día de la hispanidad era lo que vendían:
lucha por el futuro, en un mensaje claramente dirigido a los inmigrantes que se alistan en el ejército
español: tu futuro, vas a ganar un dinerillo, y te damos la tarjeta de residencia para ti y a tu familia. Porque es difícil decirles que están pegando tiros, pasándolas canutas y, algunos, muriendo por una marca: la
marca España, una marca que tiene una serie de logotipos y demás, y que es bastante útil para ponerla en bufandas y demás merchandising.
Todo esto que parece el clásico
rant, en realidad, no lo es. Es más, es inevitable. Cuando un pais eran cuatro campesinos alrededor de un castillo con un rey y un obispo, era bastante fácil entender el concepto. Pero hoy en día es muy complicado entenderlo, posiblemente ni exista. Así que nos apegamos a los símbolos, a los logotipos, que son muy chulos y es lo que nos queda.