2007-12-08 11:52
Una novela de viajes cuenta, generalmente en primera persona, la experiencia más o menos real de una persona lejos de su lugar de origen. En algunos casos son peripatéticos (como
Los caminos del mundo o
cualquiera de Theroux), y en otros casos cuentan la vida de un escritos entre los
nativos, como en
Las reflexiones sobre la Venus Marina o este que nos ocupa.
Wilfred Thesiger cuenta su experiencia entre los árabes de las marismas iraquíes entre el Éufrates y el Tigris; una serie de tribus de origen común y costumbres comunes. La historia transcurre entre
mudhif y mudhif (casa de huéspedes), caza de gorrino y caza de focha, bodorrios y muertes, y descripciones de árabes bellos y elegantes y otros más hoscos y antipáticos. No hay que olvidar que el ansia de viajar (
Wanderlust) incluye la palabra lujuria (
lust); y aunque en este libro (y en otros) nunca es explícita, siempre queda ese subtexto (que cada uno, claro está, puede interpretar como le dé la real gana).
En todo caso, la historia de los
árabes de las marismas muestra cariño y cercanía por lo que describe, y el autor acaba convirtiéndose en uno de ellos, pagando dotes de novias y participando en disputas tribales, y, como en otros casos, es una crónica de un modo de vida que ha desaparecido, y es uno de los clásicos de la literatura de viajes. Thesiger consigue dar vida a personajes que, en realidad, están o estuvieron vivos, sin poner ningún muro entre ellos, como le sucede a Theroux (que, por otro lado, literariamente es mucho mejor). En resumen, que yo lo aconsejo, sobre todo si te gusta la literatura
de viajes.
GeorgeT le da cuatro estrellas y media, por ejemplo, y en general, las reseñas en Amazon son buenas (aunque no hay muchas).