The Walking Dead es una historia postapocalíptica de zombies. Lo que, visto así, tampoco daría para mucho. Pero en realidad, si. ¿Qué ocurre
después de que los zombies hereden la tierra? Pues que hay que buscarse la vida. Primero cada uno por su lado, y luego, en grupitos. Hay que cubrir las necesidades básicas, las de la pirámide de Maslow esa (los zombies, en vez de una pirámide, tienen un cuadrado muy grande en el que pone
comerrrrr, o más bien
gakk). Y durante ese cubrimiento, y en rozamiento constante con zombies, surgen problemas. A mi me pondría muy nervioso tener doscientos zombies a 20 metros de mi casa. Incluso a 200. Tendría casi
menos posibilidades que PJorge.
La cuestión es que
Kirkman sabe plantear un buen cómic de horror, basado tanto en
a ver cuántos zombies me cargo como
a ver cómo se lo tomaría mi tía Gertrudis. Los personajes están bien delineados, las relaciones entre ellos son plausibles, y los giros en el guión son constantes a lo largo de los 45 episodios que han salido hasta ahora; el próximo saldrá en breve. Sobre todo, sabe mantener muy bien la tensión colocando los momentos álgidos al final de cada episodio; cada página final engancha directamente con la primera página del siguiente. Aunque no hay que perderse lo de enmedio, las portadas, impactantes. En resumen, que le doy un
4 de 5