2008-02-15 17:33
A
parte del hecho de que las únicas obras modernas que hay en
archive.org son bestsellers como
Das Gorlitzer Program de no sé qué y
sentencias en italiano de algo ignoto, el hecho es que para subir material a archive.org no hay ningún tipo de filtro, y se cuela absolutamente de todo, desde
el clásico spam farmacéutico hasta
simple basura generada por bots.
De hecho,
el apartado de textos open source parece haber sido dejado a su suerte, tomado por quienes lo usan como sitio de intercambio de ficheros.
Aparentemente, nadie comprueba lo que se ha subido, o simplemente les trae sin cuidado. Tampoco supone ningún esfuerzo subir algo; es más, te lo quitas de enmedio.
Sin embargo, en
Mininova al menos hay alguien que se preocupa de hacer una selección. No es que la selección sea extraordinaria, pero al menos no hay spam, y puedes encontrarte joyas como
YouTube para bobos.
En general yo diría que Mininova vs. Archive.org refleja la eterna batalla entre cultura libre y cultura gratis. Tal cual, no hay color: los recursos a disposición de todo el mundo acaban sufriendo la
tragedia de los comunes por su mal aprovechamiento. En cuestión de contenidos el problema está claro: mientras que la cultura propietaria tiene unos pocos canales de distribución y unos escasos recursos, ese mismo mecanismo actúa como filtro haciendo que si lo que lo pasa no es necesariamente lo mejor, al menos le gusta a suficientes. En el caso de la cultura libre, los canales de distribución son infinitos, no existe filtro, con lo que es muy difícil decidir sobre qué producto escoger.
Por eso he tratado de insistir
en el valor de
la meta-cultura libre, el que no sólo se concentren los esfuerzos en proporcionar medios para crear contenido, sino para filtrar, jerarquizar y valorar ese mismo contenido.
Y me he ido un poco con las ramas, pero es que el ejemplo venía a pelo.
Etiquetas: descargas, bittorrent, literatura