2008-03-25 22:41
Qué bien sienta encolarse por la mañana. Huele a... Huele mal. Aliento matutino, esos nervios que hacen que el estómago del más presumido contribuya al efecto invernadero, la exención de ducha debida al madrugón, aumentada por los sudores creados por el arrastre de maletas... todo ello hae de una cola a las siete de la mañana una experiencia única. Porque los olores son diferentes en cada cola. Un vuelo a Barcelona huele a jubilados, a virutas de metal; el aroma del Vueling de las 7:55 a Roma es una mezcla de Erasmus y familias-tribus aderezadas por ese olor a rosa de pitiminí de una pareja despidiéndose durante una hora. Y media.
La Unión Europea advierte que muerdos, magreos y lametones varios tendrán que ser abandonados antes del control de seguridad
El Aeropuerto Federico García Lorca de Granada-Jaén y de los grandes ferrocarriles europeos ((nombre) inaugurado por la ínclita ministra de Fomento Magdalena Álvarez, que El de la Ceja Circunfleja guarde en su gabinete (por muchos años), según atestigua una placa al lado del control de seguridad) no suele ser sitio de colas. Por eso encontrarse dos, una detrás de la otra, lo pilla a uno desprevenido, sin mucha lectura o música o ganar de tomarse un zumo.
Que tendrás que tomarte justo después de acabar la segunda cola, si es que la Máquina de Rayos Z con detector de BioFrutas Pascual (TM) te lo detecta. Junto a la bombita de agua Levissima, recuerdo de Roma, que, inmisericorde, el número de la Guardia Civil confiscó
-Son órdenes de la UE
¿No decía en el artículo 6º, versículo 4º de las reglas del duque de Ahumada que la UE ordena gilipoyeces, se exime al miembro de la Benemérita de su cumplimiento?
-Es mi obligación. Para no hacer nada me hubiera quedado en mi casa
La UE advierte que los jerseys con exceso de pelotillas son un riesgo para la seguridad de alguien. El viajero tendrá que dejarlos antes del control de seguridad, junto con cualquier calzoncillo de felpa o ropa interior de esparto
La forzada dispersión de los pasajeros del Vueling por su mezcla (heteróclita sin duda) con los del Ryanair a Reus (pobres) nos evita la tercera cola en la puerta de embarque.
Lo mejor de los Vueling es el entretenimiento a bordo. Por una módica cantidad, puedes comprar el periódico o unos auriculares. Leerlo por encima del hombro del vecino es gratis, como lo es el concierto de reclinación de asientos que suena exactamente como el despegue de la cinta de embalar. Lo que viene siendo un do mayor, pero andante y chirriante. Pero hay que pasar por ello, porque no solo es arte, es un derecho humano, uno que me negaba el mio vicino della buttaca in dietro de io mesmo:
-Santa Madonna! Cosa é questo!
Seño, seño, el signore no me deja echarme patrás
-Il signore se cambia de asiento si le apetece, o si no, se chincha - dice el azafato
-Santa Madonna!
-No parlo italiano - estuvo fino, el azafato - hala, tira patrás andante y troppo.
La regla 7.3.2.a)bis de la UE regula que la mínima distancia entre el asiento y la nariz del pasajero trasero deberá ser de 2 cm, 3cm si el reclinante usa un crecepelo especialmente oloroso o pertenece al glorioso cuerpo de los bersaglieri con casco
El zumo (33 cl) más la teobromina del té despegapárpados producen el efecto diurético habitual en estos casos. Que combinado con la estrechez del asiento y con el número de personas (2) que hay que despertar/molestar para llegar a los lavabos hace que el paseo a los mismos (con una sola pastilla de jabón sin envolver, por cierto) sean deseables o continuos.
La UE aconseja al viajero que salga con sus cositas hechas de casa. Si se producen más de dos micciones durante el vuelo y/o deposiciones de más de 501 gramos se tendrán que facturar aparte
La revista de bordo de Vueling, llamada con el nombre vagamente oriental Ling, trae en su página 40 un artículo sobre los clubs de swingers (de intercambios de pareja. No es permanente, al salir comprueban que te vayas con la que tenías cuando venías. Si no te acuerdas, te la buscan). No han cogido los managers de la compañía, sin embargo, la sugerencia de hacer lo mismo en los vuelos. No me refiero a que instalen una cama redonda en los bajos del avión
La UE advierte que los pensamientos obscenos que incluyan al personal de cabina están permanentemente prohibidos
(lo que podía ser una idea para aligerar el peso; si te montas en pelotas, 50 lerus menos en el precio del billete) sino que si no te gusta el compañero de asiento, los aeromozos o mozas (en Vueling sabemos como se llaman y de donde son. No hay ninguno de Motilla de Palancar, aunque uno se llamaba Bernabé) te buscan otro. ¿Habla mucho? Te pides uno que duerma. ¿NO habla nada? Te pides al de arriba. ¿No llega ni a la de tres a la página de deportes del periódico? Cambio ¿Te ponen mala cara cuando (permesso, escusate, per piachere) vas al mingitorio? Zas, otro que te sonría, y, a la vuelta, te pregunte con amabilidad no exenta de interés el color, volumen y fluidez de la descarga vejigal (a lo que, claro está, no contestarás por temor a que te la facturen aparte).
Ya estamos llegando. Nubes negras, blancas y de diversos colores que van del #111111 al #EEEEEE se ciernen sobre la espinilla de la bota italiana. Serán las elecciones. O el 3 a 1 que le vamos a meter mañana.
Qué bien sienta aterrizar por la mañana. Huele a toiletti. Al fin. Me perdonen, tengo que ir a algo.