2008-05-05 17:31
En épocas de exhuberancia irracional, parece que nada va a ocurrir, y que si ocurre, le va a pasar a otros. Pues bien, cuando cae el ladrillo, también se carga a algún ordenador que otro:
Cofiman, una empresa de Mancha Real ha despedido al 60% de la plantilla, unos 40 trabajadores. Y eso que es
está entre las 10 primeras, aunque ha visto descender sus ventas notablemente. Y es que los átomos siguen importando: aunque sea una empresa pequeña y el valor añadido se limite a ensamblar componentes comprados en otro lado, hace patente que eso que se llama ampliamente
sector de las TICs está sufriendo y sangrando por todos lados.
Supongo que lo de la nésima modernización de Andalucía y lo del Silicon Valley de Europa se habrá olvidado. También por el hecho de que esté en
Mancha Real, una localidad sin más comunicaciones que una carretera de un carril en cada dirección, sin ferrocarril, y con el aeropuerto a unos 100 kms. Mancha Real, hasta ahora, había sido uno de los casos de éxito de Andalucía, posiblemente uno al que deberían venir del sur de Italia, Grecia y Portugal para ver cómo se puede hacer sin más que suelo gratuito por parte del Ayuntamiento y el ingenio de la gente. Pero nadie le ha puesto una autovía o una terminal de ferrocarril que le permita recibir o enviar mercancía rápida y cómodamente (como tampoco lo tiene El Ejido, por ejemplo). Así que Airis, que
está en Guadalajara, le ha acabado mojando la oreja.
En fin, que malos tiempos para la lírica, pero que los átomos también importan, hay que llevarlos de un lado para otro, y que la infraestructura cuando se echa de menos ya es demasiado tarde. Ah, y los millones de baches
del patatal carretera A44 de Jaén a Granada seguro que habrán roto más de un chisme llevado en camiones y le habrán costado un dinerillo. Así que si se tapan los baches, hayan o no tenido que ver con el tema, tampoco pasa nada.
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