2008-08-21 18:06
Fueron los nazis los que se dieron cuenta que las guerras había que hacerlas lo más rápido posible, porque no dabas tiempo al enemigo a reaccionar, pero también porque la comunidad internacional tiene la memoria de un pez, y al cabo de un mes cuando te encuentres con el resto de los mandatarios en una cumbre cualesquiera te dan palmaditas a la espalda como si tal cosa.
También fueron los propios nazis los que se dieron cuenta de que los organismos intrnacional encargado de evitar las guerras sirven poco más que como una caja de resonancia de líderes que no tienen nada mejor que hacer que ir a un hemiciclo a aburrir a unos cientos de personas y unos miles de traductores. Porque a la hora de parar una guerra, su efectividad es inversamente proporcional al tamaño del ejército del invasor.
Rusia, pues,
invadiendo Georgia (guerra que ya tiene nombre políticamente correcto: "Guerra de Osetia del sur", igual que la invasión de Iraq por los americanos se convirtió en "Segunda guerra del golfo", vaya tela) no ha hecho más que aplicar doctrinas suficientemente conocidas; la guerra es la continuación de la política por otros medios, y como Georgia estaba tocando las narices más de la cuenta, pues hala, se le invade y se le mete por vereda. Como Chechenia, como los chinos con el Tibet, como los americanos en Iraq y Granada y Panamá y no sé si me queda alguno.
Rusia deja las cosas bien claras a las repúblicas que le rodean: Rodina no hay más que una, y a ti te encontré en la calle, y los americanos puede que tengan más tecnología, pero a) están más lejos, b) tienen todos sus soldados en Iraq, así que si cualquier potencia se dedica a invadir lo que le apetece, yo no voy a ser menos, qué carallo.
En resumen: que volvemos a la guerra tibia, ni fría ni caliente, sino todo lo contrario. Y, por supuesto, ahora también, no a la guerra.
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