Por el camino yo me entretengo de
Joaquín López Cruces es un verdadero cuaderno de viaje que agrupa bocetos del autor, recuerdos y explicaciones varias a lo largo de unos veinte años. El resultado viene a ser una mezcla entre
Guy DeLisle y
Azagra: páginas abigarradas con mapas, situaciones descritas en dos trazos, interiores de trenes, de aviones, de aeropuertos, historias de amor que duran 10 viñetas (o dos viajes), y, en resumen, un cuaderno de viajes.
El resultado es agradable de mirar y leer, y sobre todo sirve para evocar viajes propios pasados y presentes; las imágenes van a veces más allá de la fotografía y te permiten meterte en la intimidad de los personajes y sentir su viaje. El problema es que se queda corto. La narrativa es minimalista o inexistente, los personajes se confunden y a veces da la impresión de un álbum fotográfico o catálogo de exposición. Posiblemente porque sea el resultado de una acumulación de material sin la intención consciente de publicarlo en el futuro. Pero promete, y si se dedicara a hacerlo en el futuro conscientemente, me tendría como comprador (además, es paisano, qué narices).
Por eso le doy un
3 de 5. Lo compré en mi librería favorita de cómics de Granada, pero imagino que no será difícil de encontrar fuera de aquí. Tienes reseña, por ejemplo, en comic pasion