2008-11-26 20:13
La labor del científico queda bastante bien reflejada en
éste cómic/artículo. Consiste en el bucle idear/dar clase/experimentar/escribir/dar más clases/revisar/dar alguna clase más/solicitar dinero para hacer algo de lo de antes/goto 0.
Es un bucle extraño, y realmente no es obligatorio, una vez que has accedido a algún puesto permanente (la
tenure americana o alguna de las figuras LOU o de profesorado funcionario españolas). Sin embargo, hay incentivos para que sigas haciéndolo así. La cuestión es, ¿queda tiempo para bloguear?
Siempre queda tiempo para algo, siempre que no sea lo que uno se supone que debe hacer en ese momento. Así que posiblemente bloguear no deba plantearse como una obligación, sino como uno o dos pasos dentro del bucle anterior, que podrían denominarse
divulgar/contárselo a la sociedad.
Pero si un científico es una ecuación C=D*I, donde D es la capacidad docente, e I la capacidad de investigador, y C resulta que es constante (es decir, sirve uno para una cosa, o para la otra), y se introduce un tercer término en esa ecuación,
C'=D*I*B
Donde B es la capacidad de divulgar llegando al gran público a través de un blog, y resulta que C=C', pues resulta que B es incompatible en términos temporales o puramente psicofísicos con los anteriores.
Lo cierto es que nos encontramos excelentes blogs de ciencia, como
La Singularidad Desnuda o
el PaleoFreak, que de alguna manera parecen haber escapado a las restricciones de esa ecuación. Pero están más alla de una desviación estándar, así que difícilmente pueden considerarse parte del común de los mortales.
Visto entonces que queda tiempo, habría que preguntarse si merece la pena. Y la respuesta racional, y posiblemente también emocional, es que
no, ni por el forro. En el bucle de arriba se me ha olvidado un paso:
pedir acreditación/habilitación/sexenios. Un paso fundamental, además, porque es el que le da sentido al resto del bucle. Un profe/investigador se mueve o no en función de la correlacción que tenga la acción con la posibilidad de pasar el paso indicado del bucle. ¿Publicar trabajos? Check
¿Crear material para una asignatura? Check
¿Proyectos de innovación docente? Check
¿Escribir en un blog de ciencia? Uncheck (¿Qué diablos es lo contrario de check?)
Así que se pesa el blog en la balanza de la
ANECA, no se registra, y se justifica la respuesta anterior. Dentro de la carrera científica, que al fin y al cabo es esencial en la gente que se dedica a la ciencia, un blog no es nada. Es como si participas en El Club de la Comedia o si eres presidente de una falla. Añade un punto de excentricidad en tu currículum que puede caer bien en ciertos círculos (pero mal en la mayoría), pero anda más.
Pero hay algo más, claro. Los científicos estamos acostumbrados a estudiar grafos, los seis grados de separación y todo eso. Y a Google. Nos encanta Google. Y Google, sobre todo
Google Scholar, son cada vez más una herramienta fundamental en la ciencia. E igual que existe en Pagerank en un blog, existe el número H en la ciencia. Es fundamental que se conozca tu trabajo, y que una vez conocido, se cite. Un H lustroso es (bueno, debería ser) un heraldo de una carera científica meteórica. Y da la casualidad que para eso sí que sirven los blogs. Un trabajo es algo denso y antipático, y muchas veces dirigido a una audiencia muy determinada (o a ninguna, que esa es otra). Por eso conviene salirse un poco de los foros establecidos: para un científico, toda la Internet es un congreso, y cuantas más puertas de entrada crees a tu trabajo (blogs, foros, listas de correo), más fácil es que lo encuentren, interesen, lo citen, aumente tu número H, y la ANECA te dé el gallifante que pidas.
Por eso se empiezan a ver blogs de
grupos de investigación o
de proyectos. En ellos se introduce, se explica o simplemente se habla de lo que se está haciendo. Posiblemente tengan una audiencia muy reducida. Pero siempre será más agradecida que la audiencia en un congreso, que suelen ser tus amigos, un oriental que se ha equivocado de sesión, y los que estaban dormidos en la charla anterior y no han logrado despertarse.
La conclusión, al final, es que se puede postear y no perecer. De hecho, se debe postear para no perecer.
Sirva como toma de posición para la mesa redonda
sobre la ciencia en Internet, y conste que es una posición muy personal, que no refleja ni la de mi universidad, ni la de mi grupo, ni la de mi departamento, ni la de nadie más. También he dejado en
del.icio.us unos cuantos enlaces que me han parecido interesantes sobre el tema.
Etiquetas: punto, contrapunto, just a scientist, that's all