2008-12-14 11:12
¿Cómo se escribe un trabajo colaborativamente? Con Internet, claro. Pero ¿cómo?
Incluso dentro de un departamento o de despachos contiguos, se suele usar el método del pinpong. Yo escribo, cambio o modifico, ahora te toca a tí. Alguien tiene la "copia maestra" y se encarga de sustituir la pelota que ha ido (fichero
papercillo-20081313.tex
) por la pelota que vuelve (fichero
papercillo-2081315-cambios-juanita.tex
).
La cosa no es muy eficiente, como os podéis imaginar. Primero, porque Juanita puede que no se fíe de Pepito y vuelva a incorporar todas cosas que ha borrado Pepito. También puede suceder que Pepito sea un impaciente y siga modificándolo mientras Juanita está cambiendo precisamente la misma línea, con lo que la s copias que manejan ya no están sincronizadas. Y, finalmente, puede que haya cosas que no se pueden hacer simplemente modificando: comentarios, por ejemplo, o decisiones, o cambios a los gráficos o nuevos experimentos.
Uses el programa que uses, puedes usar los comentarios para esto, con cuidadín de no dejarlos cuando envíes el fuente a algún sitio, porque algunos comentarios pueden ser del estilo
Si esto se lo traga el referee, me como un llavero USB de color fucsia
o del estilo
esas faltas de ortografía... escribe mil veces "its se escribe sin apóstrofo cuando es posesivo"
Los comentarios pueden convertirse en verdaderos chats sobre el fuente, porque para saber quién ha puesto cada uno, se firman.
% Esto no me convence - AB
% A mi tampoco - BC
% Pues cámbialo - AB
% Pues cámbialo tú - BC
% Yo ya he cambiado el "Estado del arte" - AB
% Y yo los "Acknowledgements" - BC
% Hala, ya lo he cambiado yo - CD
% Joer, el tío, pues que sepas que no te cambiamos de 7º autor a 6º, hala - AB y BC
Hay alternativas más eficientes, claro. Una de ellas es usar
sistemas de control de fuentes, que no evitan las disputas dicharacheras sobre el fuente, pero al menos evitan el problema de no saber en cuál es la copia maestra en cada momento, y también permite ver qué cambios ha hecho cada uno. El problema es que no suele haber sistemas de control de fuentes gratuitos privados (solía estar
Assembla, pero ha dejado de ser gratuito para repositorios privados) y los públicos, de los que hablé en
la primera parte, suelen levantar ampollas. Con todo y con eso, no es difícil montar un repositorio privado. Si todos tienen acceso al mismo ordenador, es muy fácil, y si no, es cuestión de intentarlo.
En todo caso, es algo que aconsejo: tratar de usar repositorios públicos para desarrollar los trabajos. Si es que conseguís convencer a todos los autores (en lo que, por lo pronto, he fracasado, bien en la parte de usar repositorio bien en la parte de que sea público)
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