No hay dos sin tres, y leerlos uno a continuación del otro es un placer. Más o menos confirmo lo que dije
del libro anterior: la serie de Thursday Next es un tratado de teoría e historia literaria mezclado con uno de filosofía, todo ello en un tono de comedia ligera.
En este la intención del autor resulta más evidente. Para empezar, Thursday se encuentra de intercambio en un libro protagonizado por un tal Jack Spratt, un detective de Reading (¿le suena a alguien?), cuya compañera es una tal Mary, y que se encuentra precisamente en el Pozo de las Tramas Perdidas, el subterráneo de BookWorld donde se encuentran los libros que todavía no han sido publicados, poblados de personajes Genéricos y de personas de catadura dudosa que se dedican al menudeo de subtramas. Subtramas que abundan en el propio libro. Hay un par de tramas principales, que continúan el libro anterior: la lucha por la memoria de Thursday Next, y la lucha por el poder dentro del propio BookWorld. Pero las subtramas son abundantes y enjundiosas: persecución de virus que provocan faltas de ortografía (fatales si afectan a un personaje), la huída del Minotauro, la desaparición de Godot, y muchas otras más. En cada una de estas subtramas Fforde enseña, por vía de demostración, alguna técnica literaria, pero además continuamos con los mismos dilemas del libro anterior. ¿Qué distingue a un personaje real de uno literario? ¿Qué hace a un libro bueno o malo? ¿Se ha acabado la imaginación literaria?
El libro deja tantos cabos sueltos como los que ata; es como un episodio de Perdidos. Tienes que prestar mucha atención, porque estás seguro que un personaje que aparece breve y fugazmente va a tener una tremenda importancia, posiblemente dos o tres libros más adelante. Pero no deja de ser un libro de transición. Además, llega a sacrificar la coherencia por la exhuberancia, así que se queda con un
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