Burma Chronicles es otro regalo de
la lista de deseos, en este caso de
RVR (aunque
inicialmente no me había quedado muy claro).
Guy DeLisle es un
viejo conocido, y su fórmula es bastante simple: voy a un sitio a currar, y aprovecho y escribo una novela gráfica con mis experiencias en el mismo.
Empezó con
Shenzhen (regular), siguió con
Pyongyang (mejoró), y ahora con su estancia en Myanmar, o Burma, parece que va llegando a la madurez. En este caso, además, no se trata de un proyecto de animación: va con su esposa Nadége, que trabaja para
Médicos sin Fronteras, lo que le permite ver la realidad del país de una forma totalmente diferente: el de las ONGs que trabajan en Birmania, una de las dictaduras más férreas que existen actualmente. Desde esa perspectiva, cuenta en una serie de episodios sin conclusión clara (como el propio libro) costumbres de los locales, de los expatriados, tanto de ONGs como de embajadas o empresas como Total, con una pizca de humor y acompañado por un dibujo bastante estilizado, que tiene su gracia.
DeLisle es como lo contrario de Theroux: en vez de sarcasmo, lo muestra todo con una gran ternura, hasta los soldados que están por doquier; los dibujos son caricaturescos sólo cuando muestran al dictador birmano, en el resto trata de representarlo con más o menos fidelidad.
En general, como he dicho, resulta entretenido como cómic, y satisfactorio como libro de viaje. ¿A dónde le tocará a este muchacho la próxima vez? Así que un
4 de 5