2009-01-20 18:11
En tiempos de crisis de las
colas que se habla es de las largas y madrugadoras que se forman para acceder a las oficinas del paro (esas que durante un tiempo se llamaron oficinas de empleo). O de la cola que permite la cohesión social. Pero es una oportunidad tan buena como cualquier otra para aprovecharse de la
cola larga, esa que dice que muchos pequeñitos hacen tanto como pocos grandes. Hablando de trabajo, está claro que se están perdiendo empleos. Pero ¿se podrían compensar, o paliar, grandes empleos con muchos empleos pequeños (vamos, lo que se llama tradicionalmente un mandao)?
Después de todo, es un mecanismo natural que no necesita de web 2.0 para ocurrir. Tradicionalmente se han sustituido los trabajos con contrato por la economía sumergida: los portes, el chapuz, la recolección de la fresa, trabajos cortos, de persona a persona. Pero la ventaja que aporta Internet es que ofertas y demandas se pueden globalizar, y además ofrecerse con muchas más cualificación. Ahí tienes
el turco mecánico de Amazon, que te permite juntar dolarcillos. En vez de teletrabajo,
nubetrabajador (que no trabajador en las nubes,
visto en el blog de crowdsourcing), que posiblemente no sea todavía una alternativa laboral, pero que muy bien podría convertirse en una.
Lo que no excluye el teletrabajo, claro. ¿Por qué nadie habla de teletrabajo en crisis como esta? Pero eso lo dejo para otro post.
Etiquetas: nubecurris, nubosidad variable, todo está por las nubes