2009-03-01 19:15
... cuéntame alegrías,
que a nade le cuento
las penitas mías
Canción popular
Cuantas más posibilidades hay de acceder a la información y más filtros se crean para que nos llegue la información que consideramos necesaria, también hay más posiblidades de evitar aquella información que se considera perniciosa, o simplemente aburrida o innecesaria.
Es una de las paradojas de la sociedad de la información: cada vez hay menos información
inevitable, menos factoides o noticias que
sabe todo el mundo, y que uno termina enterándose en una charla de café o al poner la radio o la televisión.
No sé si esto le sucederá a todo el mundo. Si es así, ¿por qué sucede? Posiblemente porque tampoco haya canales de información inevitables; ni un canal de radio, ni de televisión, ni portal de internet, nada es inevitable. Cada uno se conforma su menú informativo, y el problema no es sólo que las audiencias están fragmentadas en cada medio, sino que ni siquiera hay grandes audiencias en cada medio por separado.
Escolar ya contaba que mientras antes una gran audiencia era un 40%, hoy en día con un 20% ya van que chutan. Incluso con los grandes realities, se puede ir por la vida sin tener ni idea de quién ganó el último (y lo que es más importante para esto, sin que te lo cuente alguien o algo accidentalmente).
En resumen:
la realidad está fragmentada, pero lo peor (o lo mejor, quién sabe) es que está cada vez menos consensuada. Lo que augura, seguramente, cambios culturales de calado en los próximos años.
Etiquetas: realidad, reality, realité, y lo mismo en algún idioma más