2009-03-15 20:37
Jack es un chaval que huye del Pueblo para ir a la Ciudad buscando Fama y Fortuna y, tras escapar de un granjero caníbal, logra llegar a la misma. En ella se encuentra a un camarero hecho de madera, y posteriormente a un osito de peluche, Eddie, que le pone una gabardina y le pide que le ayude a encontrar un asesino en serie que está matando a todos los
cabezacarne de Ciudadjuguete. ¿Por quién ha empezado el asesino en serie? Pues por
Humpty Dumpty, como es natural, la
muerte más conocida en la historia de las, bueno, historias alternativas a las canciones infantiles.
El resto de los asesinados son también personajes de cuentos infantiles, y todos mueren de forma cruel y escatológica, mientras Jack consigue desvirgarse, Eddie es vaciado de su serrín y vuelto a reparar, y todo tipo de peripecias que siguen todas las convenciones del género (de hecho, los personajes son conscientes de ello y a veces simplemente esperan que vayan sucediendo), y que están narradas con humor y bastante sorna.
Es un hecho bien conocido por los que lo conocen bien es una frase que se repite a lo largo de la historia, y que sirve de contexto para entender por qué los personajes son como son y se comportan como lo hacen. Y en todo esto se parece a las historias de Jasper Fforde, sobre todo las de
la Nursery Crime division, pero en este caso el autor no hace ningún intento por racionalizar lo que ocurre ni darle ninguna explicación. Por eso resulta más divertido e irónico. Fforde sería alta comedia, mientras que Rankin es más bien como un dibujo animado (a ratos como Rasca y Pica).
En resumen, que está bien. Entre 3 y 4 sobre cinco. Así, en borroso.