2009-06-02 17:24

Una de las primeras novelas de
Paul Theroux, producto de su estancia en
Singapur, sigue a Jack Flowers, un fracasado que enjuaga su existencia haciéndose creer a sí mismo que es un santo ayudando a los turistas que llegan buscando vicio y exotismo.
Con ello, y como cuenta en novelas posteriores (especialmente
Ghost Train to the Eastern Star) trataba de reflejar la hipocresía de una ciudad-estado que reprime a sus habitantes y que trata de destacarse con respecto al resto del sudeste asiático por su
decencia. A Theroux siempre le ha llamado la atención la pornografía, y este personaje se define a sí mismo como un
pornócrata y dedica página enteras a describir con sutileza y precisión quirúrgica el guión de una película porno sueca, los gestos de los actores, los masajes que sus pupilas hacen a sus clientes (o, ocasionalmente, a sí mismo) y las ilustraciones de una baraja erótica. Eso, y las conversaciones en el Bandung, "donde siempre hay algún conocido", con otros fracasados occidentales, y algunas reflexiones sobre la vida, son lo que hace a esta novela interesante. Es curioso como en su juventud Theroux usa a protagonistas cincuentones; imagino que cuando llegue a los setenta escribirá algo para adolescentes.
En resumen, que es una novela obviable, pero bien escrita y entretenida. Unas tres estrellicas, pero raspadas.
Etiquetas: y sin spoilers ni nada, misantropía sin fronteras