El tema es complicado, principalmente porque mucha gente define sus posiciones sobre determinados asuntos como si se tratara de una lucha entre buenos y malos, y en el mundo las cosas nunca son tan simples.
Con respecto a las últimas elecciones iraníes, hace algunos días apareció un artículo en el blog de los editores de BBC Mundo que muestra algunas de las dificultades con las que uno puede encontrarse al tratar de analizarlas. Puedes leerlo en http://www.bbc.co.uk/blogs/spanish/2009/06/todos_vemos_a_iran_pero_iran_q.html
El tema iraní merece un extenso análisis que hasta ahora la blogosfera de habla hispana parece poco dispuesta a hacer. Esto ocurre también porque hablar con fundamentos sobre las realidades de otro país no es fácil y menos aún cuando ni se conoce su idioma ni nunca se lo ha visitado.
Intuyo, por ejemplo, que en Irán quizá exista una polarización entre los habitantes de las zonas urbanas y las rurales, y que haya, por lo tanto, grandes diferencias de ingresos, acceso a la tecnología, religiosidad y preferencias políticas entre unos y otros. La labor de aclarar con profundidad este panorama, sin embargo, no parece estar entusiasmando a muchos en la blogosfera, y el tema se está reduciendo simplemente a tomar automáticamente partido por los twitteros iraníes, sin detenerse a hacer un análisis crítico de la situación.
Cuando afirmas que "el poder de las masas es más efectivo cuando se ejerce físicamente" quizá estés criticando especialmente los posibles alcances del ícono verde de Twitter. Sin embargo, si tomamos tu afirmación en sentido general, podría ser muy cuestionable. El ícono de Twitter quizá no logre nada, pero el conjunto de gente que dentro y fuera de Irán está escribiendo los apuntes, noticias, testimonios e ideas mejor o peor analizados que circulan a través de Twitter ya ha tenido el poder de que estemos discutiendo sobre el tema a miles de kilómetros del lugar de los hechos. Lo que faltaría ahora es procesar todo este material analíticamente y ampliar las fuentes, pues de lo que se trataría aquí no es de apoyar a uno u otro candidato sino de entender a Irán y qué es lo que quiere su gente (incluida aquella que es pobre y/o que no tiene acceso a Internet).
Tu comentario sobre el conflicto bélico de 1995 entre Ecuador y Perú me ha parecido muy interesante, principalmente porque ante el mismo busqué ubicarme totalmente fuera del discurso oficial, tratando de entender tanto los argumentos de ambas partes como aquellos que ninguna de las partes mencionaba y defendiendo muy claramente una solución pacífica, lo que hace que me llame la atención que ese sea el primer conflicto que recuerdes "que se trató de solucionar desde Internet", porque recién hoy, gracias a tu anotación, me he enterado sobre lo que al respecto se comentaba en Usenet en esa época. Justamente, en este punto, quizá cabría reenfocar tu afirmación sobre el poder de las masas virtuales. En 1995 la cantidad de gente que tenía acceso a Internet en el Ecuador era extremadamente baja, por lo que el impacto de una campaña virtual era definitivamente cercano a cero (nosotros tuvimos más impacto con nuestra ideas pacifistas porque nuestro documento fue leído y criticado en una de las radios de mayor audiencia de la capital). Actualmente las cosas son diferentes e incluso en los países en vías de desarrollo el acceso a Internet ha aumentado sustancialmente, por lo que es claro que ya puede existir el suficiente nivel de conexiones como para que se pueda hablar también de un efectivo poder de las masas virtuales.
El problema es cómo se usa este poder y qué tan críticos e informados estamos al subirnos o no subirnos a determinada ola o al decidir o no decidir crear nuevas corrientes de análisis y opinión. Quizá lo peor de todo esto es que el tema iraní corre el riesgo de convertirse finalmente en una especie de moda momentánea y que así como hace unas semanas hablábamos de la gripe porcina, más tarde del avión de Air France perdido en el Atlántico y ahora de Irán, mañana hablaremos de cualquier otra cosa, olvidando que la gripe porcina ahora está mucho más extendida que cuando hablábamos de ella, que la seguridad aérea tiene algunos puntos que dejan mucho que desear y que Irán no sólo tiene twitteros sino también un enorme conjunto de gente, tanto en la zona rural como en la urbana, cuyas opiniones sobre muy diversos temas estamos muy lejos de haber escuchado, analizado y comprendido.
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