2009-06-30 18:47
Lo de que
la calle encuentra sus propios usos para la tecnología ha acabado convirtiéndose en un tópico, pero también es un ejemplo de comportamiento emergente. Cualquier chisme acaba siendo usado para cualquier cosa, y cualquier sitio web acaba escapándose fuera de sus
escenarios de uso originales para convertirse en el padre, el abuelo o el tito impertinente de de lo que sus diseñadores pensaron originalmente. No es que sea algo particularmente humano; los humanos lo hacen muy bien, pero
los programas que lo imitan a veces lo hacen mejor todavía. Muchas veces los humanos estamos atenazados no sólo por una serie de reglas, sino por convenciones sobre cómo se hace algo "bien"; por eso a veces las máquinas, bots y demás gente de mal vivir acaban venciéndonos en cosas como el
Traveller Trillion Dollar Squadron.
Pero eso no significa que algo esté bien hecho, pensado o diseñado por esa razón. Es inevitable que un libro se use para equilibrar una mesa, o que el inglés aprendido acabe usándolo para darle la brasa a alguien que también lo hable; también que se use para elevar el espíritu o para conseguir trabajo de recepcionista en un hotel el Londres. Pero
el medio es el mensaje, y lo que importa no es el contenido que se le acabe dando a cualquier tecnología, sino la actitud con la que uno se enfrenta a ella.
Etiquetas: no sé si me explico, tengo que dejar de leer a McLuhan