Atalaya: desde la tela de araña

2009-07-08 18:02 Este apropiadamente titulado libro es de esos que no necesitan reseña. Si te has leído los otros dos, te toca también leerte este, porque ¿cómo vas a dejar a x en la situación y y no enterarte de qué va a pasar al final con z y de quién hizo foo y, por supuesto, bar? (Nombres suprimidos para evitar spoilers). Todo esto lleva implícito cierto chantaje, como sucede con los HPs. El autor te dice: bueno, cada libro comienza en la primera página y termina en la última, pero si no quieres leerte este último, tú mismo. En este caso te lo dice en sueco, que queda como más socialdemócrata, pero el resultado es el mismo.
Uno se traga el chantaje y paga con muchas hors de su vida, pero al menos espera que no le duela demasiado, es decir, que responda a las expectativas, que siga teniendo tensión, que plantee conflictos, y los resuelva. ¿Lo hace en esta tercera entrega? Pues no.
Más que nada, porque hay poco que hacer. Toda la tramoya está montada y expuesta en los otros dos números, y aquí lo único que se hace es darle la última mano de pintura, y dejar que todo esté listo para el gran fin de fiesta. Por el camino, suceden muchos capítulos que se pueden resumir en lo siguiente

Muchos suecos se reúnen con otros muchos suecos, toman mucho café, y se percatan de la gravedad de la situación

Hay un par de subtramas que más o menos mantienen el interés; una se centra en la propia Erika Berger y sus hoyuelos, y la otra en la propia Lisbeth, pero mientras que en el anterior tomo ésta descendía a los infiernos (por aquello de la cerilla), en este es un informe muy completo para su beatificación. Otra trama amorosa que incluye a Blomqvist es todavía menos plausible que las tramas amorosas con el mismo protagonista en los episodios anteriores. Se ve que se le gastaban las suecas al autor y tuvo que echar mano de una española (aunque sea sólo de nombre).
En resumen: primero, que hay que leerlo. Segundo, que la trama es lenta, predecible, bastante iterativa, pero no deja de tener algunos puntos de interés. Así que un 3 de 5 y va que arde (ésto sin segundas)
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