2009-10-27 17:05
Hubo una época en que los medios de comunicación eran medios de comunicación. Contaban cosas, te convencían,
establecían una agenda, servían de voceros a uno u otro, pero siempre
decían la verdad. "Lo dice el períodico", "Lo he oído en la radio". A veces cambiaban de periódico y empezaban un proceso de dondedijedieguización, pero seguían diciendo la verdad, porque eran estandartes de la libertad de prensa, estaban escritos en negro sobre blanco, o estaban compuestos por señores con manguitos.
Hoy en día, un medio de comunicación es un nodo de la red social, y como los nodos de la red social no pueden ser más que personas o animales domésticos suficientemente antropomorfizados (pulpos, por ejemplo), se acaban convirtiendo en colegas, en un proceso de
apropiación. Colegas a los que se les exige, se les discute, y eventualmente se abandona, pero con rabia y resquemor. Por ejemplo:
el presunto cambio de orientación de El País provocó un aluvión de protestas tal que tuvo que intervenir la Defensora del Lector. ¿Pero no se trata de un periódico que se puede comprar o no si te gusta o lo contrario? Que critica a quien te cae bien, será que es un traidor fementido. Pero no, no es un periódico. Es tu colega; lo tienes en Twitter, Facebook, en tu agregador, comentas,
estás en su blog. Así que con cariño o sin él, le das un toque y le recriminas su actitud.
Peor es cuando un medio
tiene que desaparecer por cualquier razón. Una tragedia para sus trabajadores, y un drama o un simple contratiempo para sus inversores, que se quedan sin el dinero que han invertido. Pues no sólo es eso, es
tu colega y
el inicio de una campaña que no parará hasta que no se coloque entre los hashtags destacados.
No sé si es un efecto deseado o no, pero lo cierto es que es un cambio en la percepción de un medio de comunicación que durará. Y que habrá que tener en cuenta.
Etiquetas: algo se muere en el alma cuando un amigo se va, yo no leía soitu, la verdad, bueno, alguna vez, pero no muchas, pero les deseo buena suerte, ojo