2009-12-02 18:25
No soy yo muy amigo de
manifiestos, será porque ya he pasado por varias decenas, empezando por aquello de la tarifa plana y siguiento por la
LSSICE que, por cierto,
de vez en cuando todavía consigue cerrar alguna web. En muy pocos casos han servido de algo; de hecho, muy posiblemente en ninguno, como tampoco sirven de nada manifestaciones cuando se trata de ir en contra de algo que se ha decidido hacer caiga quien caiga. Tampoco puedo evitar la sensación de que es el típico globo sonda que se envía para evitar que se hable del
continuo aumento del paro, a base de 2000 personas al día en noviembre.
No es que me guste la manera marrullera en la que se ha metido, como parte de una
ley de economía (in)sostenible, pero es algo a lo que ya está uno acostumbrado. Y por supuesto, la ley en sí tampoco me gusta. Que la
sección segunda célebre pueda cerrar webs donde haya posibles violaciones de derechos de propiedad intelectual es chungo. Por ejemplo, alguien te copia los apuntes de una asignatura y los pone en la web de su academia, igual puedes cerrar la página de la academia. O pones un enlace a un bittorrent de House, y hala, blog a tomar por saco.
Pero tampoco puedo evitar pensar que este tipo de leyes son muy difíciles de llevar a cabo de forma efectiva. La LSSICE, que se anunció como una hecatombe, fue y es chunga, pero no ha llevado al fin de la Internet tal como la conocemos: no se ha usado políticamente, no ha habido chivatos que denuncien a su competidor porque no declara a Hacienda lo que gana con AdSense, y ha habido cierres, sí, pero como dice Almeida más arriba, ha sido más inútil que temible, porque al ser tan ambigua, puede interpretarse por parte de un juez tanto en un sentido como en el contrario.
¿Qué pasará con esta ley si, como
dice Almeida, pasa por todos los filtros que tiene que pasar? Para empezar, que no va a evitar lo que dice que va a evitar. Se seguirá copiando a través de mensajería instantánea, pendrives pasados a la hora del café, y sitios como
Rapidshare que no creo que nadie se atreva a cerrar. La SS, cuando se reúna alguna vez cada seis meses intentará cerrar alguna web que luego resulta que está alojada en las Islas Vírgenes y no se puede hacer absolutamente nada. Y de aquí a que termine el trámite parlamentario, cosas como
Google Wave o
Freenet permitirán que se hagan un montón de cosas sin que sea posible físicamente "cerrar" una web o "dejar de prestar un servicio", simplemente porque no habrá tal web ni servicio del que echar mano.
Por eso digo que es una ley para hace quince años, antes de que existiera mensajería, nube, computación entre pares y todo eso, y cuando sí había "servicios" y "webs" y poco más. Hoy en día la efectividad va a ser nula, tanto en lo que se pretende con ella como en las consecuencias. Ah, y ya que estamos puestos que se derogue ya la LSSICE, hombre.
Etiquetas: leyes, tengo leyes fresquitas, quién quiere una, y esta es sostenible