2009-12-13 08:57
Cuando decidí irme a Israel fui a mi
librería de viajes favorita a ver qué me encontraba, y me encontré el libro que veis y
el número de la revista dedicado a la misma. También otras guías, pero o no tenían portada, o no vi en ningún sitio que las recomendaran especialmente. Así que me las compré estas dos, sobre todo después de ver que tanto las librerías del aeropuerto como la de El Corte Inglés iban escasas de otras opciones donde elegir.
Escribir una guía de Israel es complejo, sobre todo porque hay que cubrir demasiados aspectos: artísticos, políticos, religiosos, históricos y sociales. Sin pasar por ellos es imposible aprehender aunque sea una mínima parte de lo que vas viendo por la calle. Esta guía lo intenta, con un apartado considerable dedicado a todo esto (y que es el que he leído completo, en realidad; no me iba a leer la parte dedicada a los Altos del Golán porque no pensaba ir por allí); este apartado refleja en parte lo que también cuentan en
Culture shock: Israel, y en algunas cosas se queda en lo puramente anecdótico, pero está bien en general, salvo por la traducción que en algunos sitios es tan mala que es cómica (por ejemplo, sitúa al Mar Muerto
sobre el nivel del mar, y asigna a
Batya Gur el género equivocado.
¿Resulta útil llevarla en la mochila? En general está bien, tiene descripciones de los monumentos y demás, pero en el aspecto práctico deja bastante que desear. Los horarios están actualizados, pero no da mucha idea de cómo llegar a los sitios. Fuera de su situación en los mapas, no te dice qué autobuses hay que coger, por ejemplo, para llegar al museo del Holocausto, y finalmente no tiene algo que tienen otras muchas guías, como las Eyewitness: un listado de
lo imprescindible, o al menos un ránking de lo más interesante que ver y hacer. Por lo tanto, está bien si no encuentras nada mejor, pero posiblemente sea mejor la clásica guía de Lonely Planet, por ejemplo.
Lo que ocurre con esa guía es que es la que recomiendan en el número de Altaïr arriba mencionado; nosmalmente la
librería pone a la venta los libros que menciona en sus revistas junto con estas, y, en este caso, también es una opción interesante. Los monográficos de Altaïr no tienen la intención de ser una guía, sino más bien estimular las ganas de viajar a un sitio determinado; y aunque resultan útiles para informarse sobre un sitio, no son el tipo de cosas que uno se lleva para leer cada vez que llega a un monumento. Sí resulta bastante interesante para leer tanto antes como después, porque tiene una serie de artículos centrados en algún aspecto determinado: la religión, algunas ciudades, y demás. Por lo tanto, aunque esta guía no es lo único que deberías comprar, sí viene bien para leerlo durante el viaje.
Etiquetas: guías, leyendo, llenando la mochila