2003-03-27 16:08
Supongo que nadie habrá llegado hasta el último capítulo de
mi novela. Quien lo haya hecho verá que se propone un sistema político basado en métricas de prestigio, de las que hablé en
una historia anterior.
Si se pudiera describir en una palabra, o más bien palabrota, estaría hablando de una demoaristoadhocracia. Es decir, un gobierno democrático, donde los mejores elaboran las leyes, y quién es el mejor se decide de una forma ad-hoc. Y voy a tratar de explicarme, aunque no sé si lo voy a conseguir (y menos, sabiendo como está el patio).
La política, básicamente, consiste en elaborar leyes. En una democracia representativa, se vota a la gente, a diferentes niveles, para elaborar leyes. El aparato del estado es el encargado de que se cumplan las leyes. Y para elaborar a esas leyes, se vota a los políticos que, en su caso, consultan con expertos, agentes sociales o
stakeholders, que son los que tienen cierto interés en el asunto. Las leyes se elaboran, se discuten en el Parlamento, se votan, y se aplican.
¿Qué pasaría si el proceso de elaboración de leyes tuviera un componente alto online, y pudiera participar todo el mundo? ¿Pues que sería una especie de mega-SlashDot o mega-Kuro5hin donde la gente propondría leyes como quien manda historias, se comentarían, y aquellos que pusieran comentarios con una puntuación más alta y/o un karma más alto serían los encargados de elaborar las layes.
Evidentemente, no es tan fácil: habría que asegurarse acceso universal y autentificado a este tipo de foros de debate, educación para poder/saber usarlos, e interés por hacerlo, si no, acabarían dominados por una minoría, los karma-whores políticos, más o menos como sucede hoy en día en la política.
He oido que sistemas similares se usan en algunos ayuntamientos en Holanda y Finlandia; pero claro, suele ser en sitios donde el nivel de educación (y el acceso a Internet) es alto. Sin embargo, creo que, en general, la Internet posibilita un mayor acceso a una democracia más participativa, y las métricas y redes de prestigio dan la base para que se puedan crear aristocracias que, simultáneamente, sean democráticas por su origen.