2010-01-11 18:07
Hace tiempo leí
El Almanaque de mi Padre, del mismo autor, y me pareció una obra sensible y reveladora, así que hojeé este en la comiquería, y como además era de
Ponent Mon, pues hala, a echarles una manita.
La historia parte de un supuesto fantástico: una persona cercana a la cincuentena, ejecutivo como al parecer son todos los japoneses de esa edad (los que no se han convertido en Ronines), pilla una curda de saké y vuelve a su propio pasado, al instituto, a segundo de BUP, ¡nada menos! Una vez allí, ya que está puesto, saca muy buenas notas, se liga a la macizorra de la clase, y trata de averiguar qué diablos le pasó a su padre, que un día se fue a por tabaco y no volvió, y eso sin que hubiera avistamientos de Godzilla en la zona ni nada.
Dicho así, parece que hay como para dos o tres páginas, pero hay para bastantes más, un tocho entero: ¿qué diablos le pasó a ese compañero? ¿Y a esa chica tan tímida que ni siquiera está ahora en Facebook? ¿Mi abuela estaba fallecida de su propio cuerpo presente o es que abusaba de la coliflor en vinagre?
Vamos, que está bien, pero la verdad, no llega a la altura del anterior. Un manga diferente, intimista, de costumbres, de descubrimiento personal y sobre todo familiar, que parece ser uno de los temas recurrentes de
Taniguchi. Podéis echarle un vistazo
a otras reseñas, por si os aportan algo.
Etiquetas: manga, pero no ancha, sagas