2010-01-30 10:28
Los gobiernos tienen la mala costumbre de hacer cosas que afectan a la vida de las personas. Suben los impuestos, tiene uno menos pasta; los bajan, tiene más, hacen una carretera, puede uno ir por ella, la cortan o no la reparan, y tiene que tirar por otra. Por eso no hay nada más peligroso que un gobierno con una calculadora. A ver,
cuando yo era chico, mi abuelo se murió a los 70, y ahora, coño, ahí lo tienes con 90 jugando al dominó en el hogar del pensionista. Eso hace (tocando con un boli los botoncitos del reloj-calculadora) mogollón de euros que se lleva el abuelo. Se enciende entonces una bombillita: ¡pues que el abuelo trabaje más en vez de jugar al dominó! Así paga más impuestos, y sobre todo tenemos que pagarle menos dinero de pensión. ¡Dos añitos menos... que son... (mira a la calculadora) mogollón de euros!
El problema es que la vida real rara vez se puede sintetizar en un cálculo hecho en un ratito. Todo lo que influye en la vida real se encaja en una red compleja de causas y efectos, cuyo resultado final es difícil de predecir; y muchas veces el efecto es contrario al que se pensaba obtener.
Por ejemplo: ¿se ha pensado en el coste de un puesto de trabajo por una persona con 10 o 15 trienios, frente al coste del mismo puesto ocupado por un joven con el sueldo base? ¿Se ha pensado en la productividad de una persona con 65 años, deseando jubilarse (y chingado porque ya tenía planificado jubilarse dos años antes) frente a una que acaba de entrar (o de acceder al puesto a sus 40 años)? ¿Y los costes de las bajas laborales que esas mismas personas de 65 (e incluso de 60, si me apuras) van a tener? ¿Y el hecho de que, si esa persona no se ha reciclado, puede ser simplemente inútil para la tarea que le toque hacer?
Quede claro que no es que esté en contra de la medida; está claro que si hay unos que pagan y otros que cobran, habrá que rebajar el número de personas que cobran y aumentar el número de gente que paga, por lo menos para empezar. Y también está claro que hay muchos que a los 67, y a los 70, y a los 75, son personas muy lúcidas y que el mercado de trabajo hace mal rechazándolas. Pero con un mercado de trabajo rígido como el que hay, y sobre todo con tantísimo paro, especialmente juvenil, es muy difícil evitar los malos efectos de segundo orden de la medida.
Para ser razonable, habría que acompañarla de otras que permitieran la incorporación al mercado de gente que, ahora mismo, si se queda en el paro a partir de los 40, tiene muy difícil hacerlo, e incluso cambiar el perfil del puesto de trabajo fácilmente; todo ello con medidas que favorezcan la formación continua, el teletrabajo, trabajo a tiempo parcial y, en resumen, las mismas medidas estructurales que requiere el resto de la economía, y que no se están haciendo.
Resulta curioso que la preocupación de hace unos cuantos años (decenios, quizás) de que los robots y la informática en general iban a significar tal aumento de productividad que nos íbamos a jubilar todos a los treinta se ha convertido en una incertidumbre de cuándo nos va a llegar la edad de jubilación. Qué le vamos a hacer, tampoco hay bases lunares ni coches voladores.
Etiquetas: a la vejez, viruelas, yo me mudaré al departamento de batallitas y caldicos varios, edad de jubilación a los 35 ya!