2010-02-08 17:18
El locutor deja caer la pregunta sobre la tertulia de (presuntos) tertulianos, agrupados alrededor del café, por qué no, humeante, ya que hemos dejado abierta la caja donde guardamos los clichés:
-Entonces, ¿creéis que, tal como se afirma en los mentideros, ocurrirá X?
-Sin duda - contesta uno, quitándose la palabra a sí mismo, porque cuando tal cosa sucede, es imposible arrebatársela - X, tarde o temprano, sucederá.
-¡Ni hablar! Nunca, fíjate lo que te digo, nunca - el anterior se fija, pero no demasiado, porque es tirando a despistadizo por parte de madre - ha sucedido X. Y si no ha sucedido, ¿cómo queréis que suceda?
-Amigo mío, ¡qué pregunta! ¡Pues sucediendo! Las cosas así, suceden, es más, una vez que ha sucedido, todo el mundo dirá "¿Ves como ha sucedido?", y "Tenía que suceder".
-Imposible. No sólo no puedo admitir que suceda, sino la posibilidad de que suceda.
-¡De eso nada! No solamente es posible, sino probable. Y tendrá que admitir usted, aunque no entienda de matemáticas, que cuando una cosa es posible que suceda, a veces ocurre que sucede.
-Pero ¿qué me está diciendo? Más bien al contrario. Cuando es algo es imposible que suceda, no sólo es que no suceda, es que, dése cuenta, ¡ni siquiera puede suceder!
-Más bien al contrario: cuando una cosa ha sucedido, es que puede suceder.
-Pues eso sí es cierto.
-Pues ahí lo tiene.
El locutor, ante el improbable hecho de que los tertulianos se hayan puesto de acuerdo en algo, da paso a la publicidad de El Corte Inglés.
Etiquetas: dejo al hábil lector los deberes de despejar la X