2010-05-08 13:26
Desde que anulé la portabilidad a otra compañía soy el orgulloso poseedor de un
Nokia N97. No está mal, pero no estoy terriblemente contengo con él: es lento a la hora de activar la cámara, se queda colgado con cierta frecuencia, y la duración de la batería es más o menos la esperable.
Pero la cuestión es que, a pesar de haberme rebajado a la mitad la factura (por lo de antes), resulta que después de tenerlo empecé a pagar unas cantidades desorbitadas. Buscando en la factura, aparecían unas
conexiones GPRS, a euro per cápita, todos los días, más o menos a la hora de encenderlo. Conste que sólo aparecía la conexión, no ningún tipo de tráfico.
Y lo gracioso es que, sospechándome este tipo de cosas, lo había configurado para que no conectara a Internet a menos que yo se lo dijera, y eliminado la conexión de la lista de conexiones. Sin embargo, parece que esto no sirve con estas dichosas conexiones GPRS, que la verdad no sé para qué sirven, ni a qué obedecen, ni a nada.
Bastante cabreado, llamé a Movistar para que me dieran alguna explicación, y no me explicaron gran cosa. Me desconectaron ese servicio (que todavía no sé para qué sirve, salvo para sacar euros a la gente a lo tonto), e hice una reclamación por el dinero cobrado de esa forma. No tengo mucha confianza en que sirva de algo esta reclamación, pero intentaré al menos recuperar algo, porque se me han ido 50 euros de la forma más tonta (y sin comérmelo ni bebérmelo).
Por lo tanto, consejo: si tenéis un smartphone de este estilo, Nokia N95 o N97, XpressMusic, o incluso HTC o iPhone, y
no tenéis una tarifa plana de datos, vigilad desde el primer día las conexiones que haga. Porque estos teléfonos
llaman a casa, pero a tu costa.
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