2010-05-30 17:21
Hablar del verdadero
Estambul es como hablar del verdadero Polopos, pero mucho más difícil. En Polopos, por ejemplo, ni siquiera hacen falta horas para atravesarlo en taxi. Estambul necesita taxi y hasta barco. Es tan grande que necesita dos continentes para abarcarlo.
Ese tamaño puede que sea su esencia, y esa esencia se consigue a base de
repetición. No la repetición ciega, sino la de la teoría de la evolución darwinista, en busca de una máxima adaptación al entorno, o en busca de la belleza, que igual es la misma cosa.
Como nos decía el taxista que nos trajo desde el aeropuerto,
Istanbul very people. Pero también
very cars y very de casi todo. Very Istanbul, vamos.
Y very mezquitas. Se dice que hay dos mil quinientas, más que iglesias en Roma. Y mira que hay iglesias en
Roma.
Muchas de ellas son mutaciones (iteraciones más mejoras) del que posiblemente sea el edificio más bello, y no es una mezquita (aunque lo fue, y luego dejó de serlo): la basílica de Santa Sofía, un prodigio del cálculo de estructuras que incluso el gran arquitecto
Sinan trató de imitar a lo largo de toda su vida; llegó muy cerca, pero no lo logró.
Etiquetas: turismo, visitando, Asia, Europa, nunca había puesto dos continentes como tags a la vez