Atalaya: desde la tela de araña

2010-06-20 10:36 A las 5:10 de la mañana todavía no sabía el resultado del Madrid-Barça. Es una de las ventajas de viajar: las conjunciones planetarias resultan irrelevantes. Sin embargo, sí sabía el resultado del Besiktas-Trabzonspor (o lo intuía): 0-0. A unos 20 minutos del final lo vimos en los marcadores del estadio, a través de la multitud que agolpaba en los pasos superiores de la autovía para pispar o atisbar fragmentos del partido. De hecho, unos diez minutos más tarde, cuando el dolmus (palabra turca que significa lleno de gente bien elegida, porque así debe estar para meter cinco personas en el asiento de atrás de la furgoneta Volkswagen) logró salir del atasco, allí seguía el resultado.
No es que los turcos no sigan el fútbol. La NTV emitía el encuentro, pero era uno de los pocos canales que no había en la tele de mi hotel, que sin embargo abarcaba el oriente medio y los países bálticos concienzudamente.
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