2010-06-21 17:08
Ya puestos a leer la serie, y una vez
terminado el primero, vamos a por el segundo. La premisa ya la sabéis: los lagartos invaden la tierra justo en el año 42, no podía haber sido en los felices 20, no, justo cuando estaba todo el pifostio montado. Y es que hay que tener poca cultura y poco mundo y haber visto pocas pelis, si invasor que llega a la Tierra, invasor a quien le zumbamos de lo lindo. Que aprendan de los roboces, que esos sí que saben aplastar a la Humanidad como dios manda, hombre.
Bueno, por donde íbamos, que es efectivamente donde empieza el libro. Sin solución de continuidad, salvo una llamada a capítulo de los taucetianos (que de ahí es donde proceden, sí señor, según se escupe, a la derecha) donde nos enteramos cómo está el marcador y por dónde va el tema, el libro continúa las diferentes tramas que abarcan el mundo mundial y también la nave orbital: los diferentes países tratando de conseguir construir una bomba atómica,
Otto Skorzeny (a) el niño la raja convertido en héroe del momento, los taucetianos metiéndose rayas de gengibre como quien se echa Vicks spray nasal, y pegando tiros.
Si la fórmula no ha fallado, ¿por qué variarla? Pues eso, y así hasta cinco hermosos libros, cinco después de este. Ya me he empezado el siguiente, por cierto. Que sirve por un cuatro estrellas, ¿no?
Etiquetas: Ya no puedo hacer más chistes con V, passa el gengibre, tron, estos no mueren con polvos, sino a tiros, y bombas atómicas, claro, pero el que gana la carrera atómica es...