2010-07-03 10:34
Ya que se
empieza una serie, mejor leerla de corrido, así se evitan ataques de ansiedad por no saber si al final los marcianos consiguen conquistar la Tierra o no (pista: no). Aunque hay series y series. Las primeras son libros escritos como algo autocontenido, que se terminan cuando se han resuelto todos los cabos sueltos. Si tienen éxito, se sigue escribiendo aprovechando los personajes o el mundo creado.
Los segundos son novelas de dos mil quinientas páginas que tienen que meterse en volúmenes de 500 o 600 y cortarse por donde se tenga que cortar. Se añade al principio y al final un capítulo con alguno de los personajes, el que tenga una visión más completa de la acción (en este caso, el comandante de la flota invasora Atvar), y listo.
La acción avanza, como es natural, de uno a otro, y siempre hay un pequeño leit motiv, pero que no es necesariamente exclusivo de un volumen. En este caso son las armas de destrucción masiva: químicas y atómicas. Lo que justifica la invasión preventiva de los extraterrestres, porque esas son cosas muy peligrosas para dejar en las manos de una raza incivilizada como la humana.
Como las otras es una novela coral, y como en las otras también hay tantos personajes que apenas les da tiempo a cada uno a aparecer unas cuantas escenas. Lo que sí transmite bien Turtledove es la visión general del juego: enganchando escenas relacionadas, colocando a los personajes donde está la acción, logra transmitir bastante bien un panorama complejo. Y su uso de los personajes históricos, su conocimiento de la táctica y la historia militar, transmite una sensación de plausibilidad bastante buena.
Hay algunas ideas que estiran un poco la credibilidad, sobre todo al final de este libro, y me da la impresión de que trata las bombas atómicas un tanto alegremente, pero en general está bien y no da nada más que lo que se espera de él. Ya me he empezado la cuarta parte, de hecho, así que menos de tres estrellas no le puedo dar.
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