2010-08-10 13:19
Algo debe tener el clima o la raza nórdica cuando gran parte de la literatura que surge de aquí es de crímenes. Será por las
sagas, donde a uno le cortan la cabeza por un quítame allá un lindero. Y si la cosa se quedara ahí, en un corte e cabeza, pues no pasa nada, se devuelve y tan amigos. Pero a veces, como en este libro, se hace la cosa ccon saña y con mala leche.
Last Rituals es la historia de la investigación de un asesinato, el de un estudiante alemán, Harald Guntlieb, que aparece dentro de la universidad con los ojos arrancados. Y los ojos, por su lado. Lo encuentra un director de departamento, y la familia envía a alguien a investigar, Matthew Reich, un ex-policía y jefe de seguridad de la empresa de los padres, con la ayuda de Thóra Gudmundsdóttir, una abogada de una pequeña firma que da la casualidad de que ha estudiado en Alemania.
La policía se presenta desde el primer momento como indolente y un tanto imcompetente (se ve que
Erlendur no estaba de guardia), y le asignan el mochuelo (más cuervo que mochuelo, uy, se me ha escapado un espóiler) a uno de los amigotes del occiso. Que, por cierto, llevaba muy mala vida, y dice el refrán que el que mal anda mal acaba, y es que el susodicho andaba de acá para allá buscando manuscritos donde se hablara de torturas e inquisiciones y hecatombes varias, lo que se va descubriendo a lo largo de la investigación y que parece, cada vez más, tener relación con la muerte.
A la vez, entre los dos investigadores se produce una situación de
TSNR que nos demuestra que son humanos. Al menos ella, de él no estoy tan seguro.
Es curioso como la historia, que parte de una fría investigación de asesinato, se va convirtiendo cada vez más en una historia de relaciones humanas, e incluso una historia de amor. En ese sentido está bien resuelta, y el final no decepciona.
Es quizás un poco demasiado prolija en la descripción del procedimiento policial, encuentros entre abogados, y demás; la novela, además, no abunda en escenarios naturales. En este caso Islandia aparece más en su historia que en su geografía.
En resumen, un libro que merece la pena leer, aunque sea por conocer un poco más esta tierra. Recomendable (pero mi copia tendrás que venir al hotel Sunna para cogerla, porque la voy a trocar por una de David Lodge en buen estado que he visto abajo).