2010-09-23 20:37
Hace
ocho años, que se dice pronto (dígalo usted y verá) hablé de lo poco que encajaba el concepto de huelga creado en el siglo XIX con las relaciones laborales y la economía basada en servicios (y en el paro) actual.
Sigo pensando lo mismo. Hay un porcentaje altísimo de trabajadores (funcionarios, por cuenta propia, creativos) que si se declaran en huelga, el resto del mundo lo va notar solamente porque lo pondrán en su página de Facebook. El mío y el de mis compañeros es un caso claro, pero hay otros muchos que seguro que se os ocurren.
Por otro lado, una huelga general es una huelga política en contra dle poder, pero al hacer una huelga a quien estás fastidiando es a quien te emplea (si es que es el caso) o a ti mismo, por lo que es un clásico ejemplo de dar patada en culo ajeno que no sé qué sentido tiene. En su época, sí, lucha guerrillera, acción-represión, el poder mediante la represión atrayendo a más ciudadanos a la causa obrera, a las barricadas, todo eso con pañuelos rojos, gorras y tirantes. Pero hoy en día la única acción-represión que se producirá es la guerra de cifras, y si acaso algún policía que dará una colleja a algún piquete excesivamente celoso. A los dos días el bucle habrá terminado.
Toda esa acción, finalmente, trata de conducir a la ocupación de los resortes del poder partiendo de la ocupación de la calle y de los medios de producción. Hoy en día, se trata de ocupar minutos en los informativos, lo que es algo que al poder le puede chinchar un poco, pero que acabará eventualmente usando para su propio beneficio.
Lo que finalmente conduce a la pregunta: pero bueno, ¿vas a hacer huelga o no? Daría una respuesta autonómica, pero ese tipo de atribuciones geográficas de comportamientos parece que son últimamente políticamente incorrectas, así que simplemente diré: ¿Es que le importa a alguien?