2010-10-26 18:36
Pues no he podido con ellos. El primero, de mi compañero en la
UGR José Luis Serrano, cuenta la historia de
Zawi ben Ziri, el fundador de la dinastía Zirí que acabaría gobernando el Reino de Granada. durante años. Es un libro erudito y con una tesis política interesante; muy bien documentado, pero con una estructura narrativa, centrada en personajes y yendo hacia detrás en el tiempo, que me ha desenganchado cuando han llegado a la madre del susodicho Ziri y se han perdido en batallas por el Magreb, que parecían repetición del capítulo anterior y que, como novela, no tenían tensión suficiente como para mantener la atención sobre un texto más bien denso. Fue un préstamo de
Paco Rey que agradezco, pero que devuelvo a su autor sin demasiado gasto.
Y el segundo, Playas de Acero de John Varley, que me prestó y que en el prólogo catalogan como libro Heinleiniano, y es posible que lo sea y tenga muchos guiños, pero en Heinlein siempre hay una búsqueda o unas aspiraciones de las que este libro carece. Trata de un reportero que vive en la Luna después de que la Tierra haya sido desalojada por una invasión extraterrestre. A este hombre le encargan que escriba sobre las diferencias entre la vida doscientos años atrás y el momento en el que vive. Una excusa buena para hacer un viaje por todas las culturas y subculturas que hay. Y no hay más, al menos hasta la página 200 a la que he llegado. Suceden una serie de episodios autoconclusivos, hay personajes que entran y salen sin mayor interés, y al personaje principal le suceden cosas que no parece que avancen lo más mínimo la trama ni en realidad llegan a ningún lado. Parece una sucesión de relatos y novelas cortas, hilados por un mismo personaje, que, en realidad, es accesorio a muchos de ellos. Así que lo he dejado.
Vale,
PJorge, no cuenta como libro. Y eso que entre los tres son trescientas páginas. Pero siempre se aprende algo de los pestiños. Qué es lo que los hace dulces y pesados de digerir, por ejemplo.