2010-12-26 13:48
La narración de guerras mundiales, reales o imaginarias, tiene una larga tradición y por tanto se han establecido más o menos las reglas para llevarlas a cabo. Es lógico que tiene que abarcar el mundo entero, y en general se narran desde el punto de vista de alguno de los protagonistas. Ahora, puedes elegir unos pocos protagonistas que abarquen los teatros de operaciones, y se enteren por diferentes medios de lo que sucede fuera, como hacen en
la serie WorldWar de Turtledove, o, como hizo
Sir John Hacket en su "Historia no contada", usar testimonios "de primera mano" para darle más emoción e involucrar emocionalmente al lector. Esta es la opción que toma
Max Brooks en
esta novela, escrita como una historia oral, contada por sus protagonistas, de la invasión zombie de todo el mundo.
Las dos opciones tienen sus problemas: con la primera te quedas con la impresión de que los protagonistas andan todo el tiempo de acá para allá con el objetivo de cubrir todos los frentes posibles. Con la segunda, hay mucho que se va entre los huecos y al final no deja de ser una forma tramposa de hacer una novela completa a base de juntar muchas historias cortas.
Por supuesto, las dos se pueden hacer bien o mal;
World War Z opta por hacer una historia con un componente militar serio, "entrevistando" a personas que se encargaron tanto de aspectos estratégicos como de los puramente tácticos. Hay muchos mofletes mordisqueados, muchos supervivientes comiéndose también a los unos a los otros, y muchas historias de soldados rodeados de muros de zombies re-muertos, como manda el canon. Pero también acaba uno haciéndose una idea más o menos integral de todo lo que pasa en todos sitios, y de una línea temporal desde el principio al final de la guerra. Además los personajes tienen su propia voz, están bien descritos y tienen sus propios sentimientos. Lo cierto es que en historias de zombies hay constantes, pero también hay muchas variables que es donde el escritor puede mostrar sus recursos.
Lo cierto es que no tiene ni una pizca de comedia; no sé por qué tenía yo esa impresión equivocada, pero es más bien una historia castrense y dramática de lo que quizás no se puede narrar de otra forma; una guerra muy gorda con un enemigo que no tiene mala leche, sino mucha hambre. Y digo yo, si tienen tanta hambre, ¿por qué no se comen los zombies los unos a los otros? ¿Es que encima son delicados con la comida?