2010-12-27 12:46
Como dicen una de las dos que escriben
este libro al alimón, de improbable nombre, Hibickina y Kika, no voy a hablar de política. Y eso que en gran parte este es un libro político. No puede ser de otra forma: se trata de dos vagabundas que se proponen visitar diferentes casas ocupadas en Europa para terminar en Praga, en busca de un amigo también improbablemente llamado Goblin. La okupación de una casa es un acto, al menos aparentemente, político, y la intención de las viajeras es conocer ćomo se organizan estas comunidades en Europa para aprender y eventualmente llevar su experiencia a la
escena americana.
Pero en realidad, es un libro poco político, que desmitifica más que ensalza la causa política que persigue. Es un libro de viajes, y uno que nunca podría escribir
Theroux. Se parece más a libros como
Los caminos del mundo, de Paul Bouvier. En "Los caminos" se recorren sitios poco conocidos con poco dinero y viviendo de lo que se puede obtener escribiendo o traduciendo; en este se recorren zonas poco conocidas (los barrios bajos, los centros sociales, los pisos de gente relacionada con los movimientos antisistema) viviendo, directamente del aire. Según dicen "Si obtienes las cosas gratis (
free), lo que obtienes es libertad (
freedom). No es mala filosofía, pero el libro está lleno de desilusiones, suciedad, y curiosamente vacío de sexo, drogas y rock and roll. Al final acabamos conociendo poco a los personajes; incluso se distingue mal cuando se trata de una o de otra la que escribe. No hay grandes epifanías, sólo la cotidianidad de lo que sucede fuera del hogar, de lo que, de hecho, niega el concepto de hogar y acaba adquiriéndolo de forma efímera sin más remedio.
En resumen, un libro que es curioso y fresco. Que no estimula a visitar ningún sitio, ni siquiera a replantearse nada. Pero que es una ventana hacia culturas y partes de la ciudad que no sólo no conocemos, sino que ni siquiera podremos conocer.