2010-12-30 18:35
Christopher Moore tiene su propio universo formado por ángeles incompetentes, murciélagos de la fruta, aviadores psicópatas, artistas de serie B que se metieron en su personaje siguiendo el método Stanislavsky y ya no salieron, agentes porretas, zoólogos zoófilos, y todo un elenco de gente curiosa que se reunen, una vez más, en
este libro, que comienza con el ángel al que se refiere el título tratando de hacer un milagro para contentar a un niño el día de navidad. Dado que el niño presencia el presunto asesinato de Papá Noel y no quiere quedarse sin sus regalos, como es natural, pide que Papá Noel vuelva a la vida. Y el problema es que no vuelve solo, sino con un ejército de zombies deseosos de devorar cerebros y visitar un Ikea.
Evidentemente, el resultado es terriblemente divertido. Con un ritmo endiablado, en ningún momento tienes idea de a dónde te va a llevar la trama; aunque habiendo ángeles un
deus ex machina es casi obligatorio, está tan bien llevado que te tragas esta historia navideña empezando por los cuernos de los renos y acabando con las barbas del
señor Kringle. Aún así y siendo lo primero que leo del autor, me ha dejado bastante buen sabor de boca, aunque con un deje de ponche rancio. Por cierto, que otra lectura en el
Papyre, que está recibiendo un buen trote estas navidades.