2011-01-02 11:57
Este libro se desarrolla en la Zona, un recinto vigilado lleno de artefactos dejados por extraterrestres después de la Visitación pero también llena de peligros. De lo que carece absolutamente es de extraterrestres: según una metáfora que se usa en el libro, parece como si se pararan a hacer un picnic, dejaran sus mondas de naranja, las pilas alcalinas y (no lo dice, pero lo digo yo) los preservativos usados, y se largaran de nuevo para nunca más volver.
A la Zona entra tanto el complejo militar-industrial buscando nuevas tecnologías, como los
stalkers o furtivos, buscando lo mismo para luego venderlo a buen precio. "Red" Schuhart, precisamente, es uno de estos stalkers, y vamos contemplando su historia a lo largo de diferentes episodios de su vida, desde el principio cuando trabajaba en el instituto "oficial" que investigaba la Zona, hasta, bueno, hasta más adelante. no os lo voy a estropear.
Dado que los autores lo escribieron en la Rusia Soviética (
en la Rusia Soviética tú no escribes las novelas, las novelas te escriben a ti), la historia se ve como una metáfora del capitalismo, mucho más clara, quizás, hacia el final. Pero lo cierto es que introduce una idea interesante en los tropos de ciencia ficción, idea que también se usaría más adelante (en
Playas de Acero, por ejemplo): la de unos extraterrestres absolutamente indiferentes de los terrestres y a los que no les interesa ni conquistar ni civilizar ni nada en absoluto; la idea de la insignificancia de la Humanidad en el orden cosmológico. Un poco nihilista, y por tanto bastante rusa.
En fin, que es una novela curiosa y que merece la pena leer. Por cierto, que yo la hallé abandonada en un salón de un hotel, a la manera de los artefactos que en ella se menciona. Quizás lo dejaría una inteligencia superior, esperando que los meros humanos nos informáramos. O algo.