Atalaya: desde la tela de araña

2011-02-04 20:00 Este libro puede que no parezca el tipo de libro que se va leyendo, sino uno que se consulta cuando hace falta y está uno in situ. Vamos, que se planta uno de espaldas al Manneken Pis y se pregunta "¿Qué habrá por aquí cerca insólito? ¿O secreto?".
Pues no. Error. Hay que empaparse de lo insólito, numinoso, secreto y telúrico antes de que digan aquello de "Señores pasajeros del vuelo xxyy773 con destino a Bruselas. Embarquen por la puerta K90"

Porque estas puertas en el extremo de la T4, son también parte inseparable de la experiencia viajera de granadinos y de otros habitantes de la periferia

Porque cada viaje es un viaje interior, y más vale que sea así porque el viaje exterior a lugares como Bruselas es algo que se repite con cierta frecuencia, pero también un viaje por esas calles en las que puedes pasar por delante de un esgrafiado de Privat-Livemont (cucha, pensaba que se llamaba Privat de nombre) y ni enterarte, oiga. Así que hay que empaparse a priori. Y este libro además recomendado por el anteriormente residente Esteban, así que doble razón para comprarlo en Altaïr por Internet.
Desde luego, me ha descubierto rincones de los que no tenía ni idea, y otros muchos de los que probablemente voy a seguir aproximadamente tan ignorante como ahora. Desde luego, son lugares insólitos: desde capillas a la entrada de un prostíbulo, hasta prostíbulos, hoteles, vidrieras dentro de oficinas, huertras y granjas a un paso del parlamento europeo, y hasta una barbería y un lugar de meditación zen. Entre esgrafiados, cristaleras y museos de comederos de pájaros (sí, hay uno), tienes una perspectiva más o menos amplia del Art Nouveau belga, y al final eres capaz de llamar a Paul Hankar de tú, mientras que antes era sólo una estación de metro.
En resumen: si vas a ir a Bruselas, aunque sea para un finde, agárrate este libro que te sugerirá rincones y sitios que seguro que, de otra forma, te perderías. Y si te informas antes sobre el Art Nouveau en este post, eso que te llevas también en el equipaje. De hecho, ya lo mencionan en un comentario a esta entrada antediluviana como una de las cosas que no te puedes perder.