2011-02-20 09:58
Me regalaron este libro hace ya unos cuantos años, veinte o treinta. Aprovechando un viaje próximo al país sin gobierno (que no es lo mismo que un país desgobernado), decidí sacarlo de la estantería donde tanto tiempo había estado para empapármelo.
Trabajo me ha costado, porque es de esos libros que se regalan, pero no se leen. Profusamente ilustrado con acuarelas que no siempre vienen a cuento (pero que son bonitas) y documentado prolijamente, cuenta la historia de Flandes desde que era un ducado borgoñés hasta su configuración actual como parte holandesa-hablante de Bélgica.
Todos los países tienen historia, y la mayoría tienen historias turbulentas; algunos tienen
grandezas, pero la mayoría sólo tienen miserias. Eso le ha pasado a Flandes: ocupado por unos y otros países, terreno de guerras de religión, posteriormente de guerras lingüísticas, de paso en las dos guerras mundiales... es un país interesante, y
la situación actual (que se viene repitiendo con regularidad desde sus inicios) es consecuencia en parte de esa historia.
El libro, de todas formas, tampoco es que haga todo eso especialmente interesante. Es meticuloso, pero a veces avanza hacia el futuro y vuelve al pasado, cambia de tema con facilidad pasmosa y sin demasiados remilgos, y a veces no sabe uno si está hablando del siglo de oro o del de plata. Tiene omisiones gordas, como la
colonización del Congo, posiblemente porque se centra más en el pueblo que en los gobernantes. Pero a pesar de todo ello, te enteras qué hizo de Brujas, Gante y Bruselas lo que son hoy en día, aparte de sugerirte muchas otras visitas (Mechelen, Damme, Lovaina) para cuando vaya uno a visita en más profundidad.
En fin, no es que lo recomiende al público en general, pero si tienes amistades allí, o te vas de becario a la comisión europea, puede ser una fuente interesante de factoides.
Etiquetas: visitas, turismo, libros que no ha leído nadie más