2011-04-19 11:20
Este autor me engancha. Es el tercero que leo, después de
La Mujer de Verde y
Las Marismas.
La fórmula es simple, pero efectiva. Se encuentra un cadáver y la investigación de la muerte hunde sus raíces en la historia islandesa; una isla remota, pero donde se cruzan los caminos del resto del mundo, incluyendo la llamada
disputa IceSave,
cuyo acuerdo ha sido recientemente rechazado en un referéndum.
En este caso, el tema es la guerra fría. Islandia, a pesar de no tener ejército (sólo una
guardia costera que resultó victoriosa en la guerra del bacalao contra el Reino Unido), ha sido miembro de la OTAN y tuvo una importante base americana en Keflavik (donde ahora se encuentra el aeropuerto principal del país); por eso fue, como muchos otros países, escenario de la guerra entre espías.
Como espía es posiblemente
el hombre que se encuentran en el lago, puesto que está atado a una radio de onda corta soviética, lo que lleva a los policías Erlendur, Sigurdur Oli y Ellínborg, a investigar en embajadas, antiguos espías y a descubrir una parte de la historia de Islandia que resulta bastante desconocida.
La maestría de Indridason está en cómo mezcla la historia de la persona asesinada, sin revelar en ningún momento de quién se trata, pero dando pistas, tanto certeras como totalmente falsas, y entreverar la historia de los tres policías; sobre todo la de Erlendur, mal padre, mal marido, mal hermano, pero que trata de redimirse a través de la solución de los crímenes.
Todo ello con un ambiente gris, melancólico, inhóspito, que refleja muy bien la Islandia secular y también la moderna. En resumen, que me ha gustado tanto que ya me he comprado el siguiente (anterior cronológicamente), La Voz, y me iré pillando el resto según se vayan publicando. De lo mejorcito. Otras reseñas, para quien le interese,
en Blog de Libros, por ejemplo.