2011-06-25 18:43
Uno no puede evitar meterse en librerías y que sus ojos caigan en un librito que contiene cuentos que hablan de Aldebarán, como éste, y una vez caídos, hay que comprarlo. Por el precio, 25 CUCs, te llevas un recuerdo que lees en un ratito perdido, entre siesta y siesta en el avión.
El libro es una colección de microcuentos, género que al parecer se estila mucho en Cuba. Y el escritor es lo más cercano a
Ángel Olgoso que se pueda encontrar; ambos beben de Borges o Monterroso, pero las citas falsas, el uso del lenguaje culto, e incluso la inclusión de monstruos imaginarios, hacen que tengan un inquietante parecido.
El último relato, Tiangui, apunta a las ciudades invisibles de Calvino, y es posiblemente uno de los mejores. En resumen, un escritor al que habría que seguir si es que hubiera forma de conseguirlo fuera de una librería de Habana Vieja.