2011-08-22 21:22
Así, a priori, esto debe parecer algo tan entretenido como "El Capital" de Marx, pero en lunfardo. A mi, la verdad, también; mi intención cuando me dirigí a los puestos de la Plaza de Armas en la Habana era comprarme los
Diarios de Motocicleta de Alberto Granado, pero los libreros me convencieron de que comprara este y yo a cambio les convencí de que me lo rebajaran.
Si os digo que he tardado meses en leerlo vais a tomarlo como una razón más de su nula capacidad entretenedora, pero es que lo he leído en piscinas y playa; su formato lo hace ideal para esta tarea, y el hecho de que no sea un libro de pastas duras, ni parezca nuevo (aunque lo sea) lo hace ideal para esta tarea. Le tengo mucho respeto a los libros y sólo someto a la posibilidad de mojado, doblado y deteriorado a aquellos que lo aguantan estoicamente. Y éste es un libro revolucionario, qué carajo, así que bien puede aguantarlo.
El libro es un libro sincero desde el título; cuenta la revolución cubana desde aproximadamente el desembarco del Granma hasta la toma de las Villas, recopilando artículos publicados por el Ché en diferentes publicaciones. La edición actual añade una serie de bonus tracks y revisiones hechas tras la muerte del autor, pero el tono del libro es, en general, así me pasó, así se lo cuento. No es una historia general de la revolución; se centra en lo que el propio Ché vivió y es especialmente cariñoso con los compañeros que lo ayudaron en la ardua labor de echar a Batista del poder.
El libro, en realidad, parece que usa el Deus ex machina, porque uno no se explica que tras la incompetencia, inexperiencia y mala suerte que tuvieron los revolucionarios, empezando por la Alegría del Pino, terminaran finalmente tomando el poder. Aunque la historia la escriben los vencedores, Ché transmite sinceridad contando tanto las historias en las que se sintió un valiente, como aquellas en las que se sintió un cobarde. Y dedica un capítulo completo, "El asesinato del cachorro", a narrar la historia de un perrito que tuvieron que eliminar por ser demasiado ruidoso para la guerrilla. El Ché reflexiona sobre sus errores de apreciación y da la clave para un proceso revolucionario con éxito: movimiento continuo, desconfianza continua y vigilancia continua. Una lección que deben jhaber aprendido
en Libia.
Eso no quiere decir que el libro no tenga partes aburridas; algunos capítulos son educación política y citan textualmente largas cartas que pueden tener interés histórico pero que dejan el ritmo de la narración como el tren blindado de las tropas batistianas. Pero merece la pena leerlo. De veras. Ahora, a por el
Diario de Motocicleta.
Etiquetas: Cuba, Caribe, guerra, guerrilla