2011-12-02 20:00
Este fue mi primer libro comprado en una subasta, y lo hice por curiosidad en el procedimiento, por el hecho de que era un libro de viajes extranjeros en España, tema que
me interesa, y porque era el más barato. aunque si
lo hubiera comprado en una subasta en eBay me habría salido más barato, y tendría más calidad, porque a este, aparte de
tener la sobrecubierta destrozada, le
falta un cuadernillo, y precisamente el que empieza en Barcelona.
El libro en sí se puede calificar como
curioso. Es, simultáneamente, la historia sentimental de una persona que vuelve a España cuarenta años más tarde, después de haber pasado su juventud con un tío suyo en Huelva, antes de la primera guerra mundial; la historia profesional de un médico que observa los sanatorios para tuberculosos con ojo clínico y trata de dilucidar si los nativos que ve están bien alimentados o no (en general, lo están, y estamos hablando del 46, antes de los "años del hambre") y, finalmente, una historia profundamente política de una persona católica y conservadora que no oculta sus inclinaciones políticas anticomunistas y, por tanto, bastante profranquista.
Por eso la mayor parte del libro está destinada a contrarrestar lo que se cuenta del régimen de Franco en Europa; se dedica a visitar un montón de cárceles y, aparte de describir la arquitectura, habla con los presos y sale bastante satisfecho de todas las visitas, salvo la que hace a la prisión de Huelva, donde al parecer huele bastante mal. Describe raciones, número de presos, los delitos, las raciones que toman; y no sólo ahí, también lo hace con los sanatorios de tuberculosos, un tema que al parecer le fascina. Al final concluye lo que ya había concluido antes de partir, pero por el camino se entrevista con Franco tanto en una fiesta en el palacio de Ayete como en el Pardo, y acaban tan amigos, tomándose unos potes, oyes.
Una
reseña en Foreign Affairs, de la época, ya lo califica como pro-franquista, y en
SpanishCivilWar dicen simplemente "Pro Franco-total jerk".
En resumen, un libro bastante curioso, que habla de las cuevas del Sacromonte, de las Ramblas, y de los chistes de
Otto y Fritz. Eso sí, las
tablas de evolución de la población tuberculosa podía ahorrárselas.