2012-01-21 09:07
El reciente cierre de
Megaupload por orden, nada menos, que del FBI y el hecho de que ayer
el último episodio de cierta serie americana siguiera teniendo varias decenas de miles de fuentes en
BitTorrent sólo pone de relieve que es imposible evitar que la gente se descargue contenidos.
Y es imposible porque la Internet está hecha precisamente para eso, para intercambiar ficheros digitales. Ni siquiera estoy hablando de la web, sino de la Internet en sí. Hace 20 años se intercambiaban ficheros codificándolos en múltiples mensajes de USENET. Por lo que sé,
todavía se sigue haciendo. Los ficheros se descargaban de servidores finlandeses usando FTP, o se enviaban codificados en múltiples mensajes de correo electrónico que se decodificaban en el destino. Y estamos hablando de épocas en las que los módems eran de 2400 baudios. En la época de Napster, que sólo permitía intercambiar ficheros con la extensión .mp3, había múltiples e ingeniosas maneras de codificar dentro de un fichero .mp3 lo que, generalmente, era porno. Que era, por cierto, lo que también se descargaba de Usenet y FTP. Ello nos puede llevar a la conclusión de que la Internet es, en realidad, un elaborado mecanismo para que desde los búnkers de la administración americana tras la guerra nuclear puedan seguir descargándose porno (lo he oído en algún sitio, pero lo siento, no lo encuentro ahora mismo), pero también a que es imposible impedir el intercambio de ficheros.
Si el intercambio de ficheros
en abierto falla, se puede recurrir al cifrado (incluyendo esteganografía) y al
enrutado anónimo. El único límite es el ancho de banda del que, pese a que los ADSLs llevan un tiempo estancados, hay a patadas.
Pero es que la Internet es solamente una unión de muchas redes. Si mañana mismo la cerraran por mantenimiento (o para pasar a IPv6),
redes neutras o eventos con intranet propia podían proporcionarte tu dosis de temporadas completas de series americanas subtituladas.
Son, efectivamente,
tiempos difíciles para el derecho de copia. Pero para la protección del derecho de los autores.