2012-05-20 18:25
Como a las espadas es preciso golpearlas cuando todavía están calientes, no bien hube acabado
Festín de Cuervos, el anterior de la saga, me enfrasqué con este otro tomo que continúa la
Canción de Hielo y Fuego pero en vez de hacerlo temporalmente, se hace un Perdidos y se divide espacialmente con el tomo anterior: éste se concentra en el continente oriental,
Essos, y lo que sucede en el Muro y alrededores. Personajes como Tyrion, Jon Nieve o la propia Danaerys son los protagonistas durante la mayor parte del mismo, aunque al final del libro empiezan a unirse las dos líneas espaciales comenzando a aparecer personajes como Cersei o Arya.
¿Y qué sucede? Suceden tantas cosas, o tan pocas, según como se mire, que no voy a intentar ni empezar a describirlo. GRRM es un constructor de mundos como hay pocos, y lo interesante del libro es la coherencia, los pocos huecos que deja, y la vivacidad de su geografía y su historia. En el libro hay geografía, economía, ecología, antropología y, por supuesto, magia, una magia que no aparece nada más que en ocasiones muy contadas y de forma muy mesurada. No es una magia-excusa que me sirve para resolver situaciones que no sé resolver de otra forma, sino magia que cuesta y que tiene sus contrapartidas, y, aún así, tampoco se prodiga.
Con todo y con eso, este libro, como los demás, deja una cantidad de cabos sueltos impresionante. Como de costumbre, al final del libro hay varios personajes como el gato de Schrödinger: vivos o muertos, pero no sabremos qué hasta colapsar la función de onda abriendo el libro siguiente. Otros parecen simplemente olvidados: Samwell Tarly, ahí está, pero no sabemos dónde ni qué hace. Samsa y el Meñique, se les menciona, pero no sabemos qué ha sido de ellos en el pequeño intervalo temporal en que este libro avanza sobre el anterior.
Será, por todo esto, que esta saga será recordada como aquella que tomó una parte mayor de nuestras vidas que cualquier otra, la que necesitó un lector de eBooks para ella sola y, finalmente, aquella que hizo renunciar al miembro más veterano del club de hombres-libro de Fahrenheit 451.
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