Atalaya: desde la tela de araña

2003-04-15 15:49 En los primeros tiempos de la Internet, se usaba un protocolo, llamado UUCP, que era en realidad un protocolo para conexiones punto a punto, para hacer todo tipo de cosas, desde enviar correo desde un punto a otro de la internet, hasta enrutar las noticias. Las rutas UUCP, del estilo maquina1!maquina2!maquina3 ... se pueden ver en mensajes tales como este.
¿A santo de qué viene esto? La telefonía, hoy en día, y aquí incluyo todo tipo de conexión inalámbrica, funciona de forma similar. Cada terminal está identificado por un número; tú puedes llamar a un teléfono si y sólo si marcas su número, y lo haces a través de la compañía de telecomunicaciones correcta.
Sin embargo, los teléfonos son como los ordenadores conectados a través de UUCP al principio: son terminales que pueden emitir y recibir; y lo más importante, es que tendrán en su radio de acción muchos más terminales que pueden hacer lo mismo. Por tanto, en un futuro próximo, la telefonía podría ser "entre pares", es decir, sin necesidad de usar compañías telefónicas (salvo, claro está, en casos excepcionales).
¿Cómo funcionaría? Pues más o menos igual que los teléfonos de ahora, con un poco de UUCP añadido. Cada teléfono mantendría en su memoria una tabla de los teléfonos en sus alrededores (que podría detectar con los mensajes de detección de célula que usan periódicamente los móviles, y que interfieren en la tele o la radio o el monitor del ordenador). Cuando quiere hacer una llamada, hace primero una prueba a ver si el teléfono está alcanzable según las tablas de rutado de cada uno de los teléfonos; si no lo está, lo puede hacer a través de otro método: telefonía a través de internet (usando alguna conexión WiFi disponible), o a través de alguna compañía, si no queda otro remedio. Evidentemente, las transmisiones tendrían que estar encriptadas, con algún mecanismo de clave que se intercambiara al principio de la conversación, para que no pudiera enterarse de la conversación todos los que intervinieran en la misma (aunque, claro está, eso no es imprescindible: el correo se transmite en plano, y nadie protesta).
Con todo esto, uno se ahorraría una pasta en llamadas, sobre todo fuera del horario punta, que te cobran una llamada desde un móvil como si llamaras a Pekín. Y claro, haría falta una buena cantidad de hacking y plataformas de telefonía un tanto más abiertas; sobre todo, que usaran alguno de los circuitos de radio programables que están empezando a desarrollarse. O sea, que no es cosa de mañana, pero sí de pasado mañana.